Hall de la fama

Su futuro se sostenía en cuanto más podría aguantar huyendo, las gotas de sudor rodaban a través de su pálida frente, y su cara expresaba un temor infantil, tocada además con una negación de la realidad. Y él seguía corriendo mientras el sonido de las incesantes sirenas marcaban el temor en su rostro.

Torció en una esquina donde no podían seguirlo, miró sus manos culpables: una pistola de juguete de cuando apenas tenía cinco años, recordaba que en esa época el mundo le resultaba un gran enigma, y mirando su otra mano; un fajo de billetes que milagrosamente proporcionarían la ayuda necesaria para que su hermanita tuviera una oportunidad de vivir.

Apenas se estaba recuperando de la carrera, cuando un mendigo apareció ante sus ojos dispuesto a quitarle el dinero que había reunido, se palpaba la desesperación que tenía aquel hombre por comer e inmediatamente supo que no serviría de nada apuntarlo con aquel recuerdo de su infancia, tendría que plantarle cara.

Lanzó el primer puñetazo “Debes ser el mejor, el rey del tablero, sobrevivir”. Acertó en la nariz y la confusión se apodero de su contrincante, se agachó “Debes romper, cruzar las montañas que hagan falta, levántate y mira a la muerte a la cara”. El mendigo intento golpearle la cara, él hizo una finta y preparó el puño “Debes ser el héroe, levantarte y triunfar” el derechazo le acertó en la mandíbula y su adversario cayó al suelo con una línea de sangre en sus labios “Debes ser el héroe”.

Antes de salir del callejón, un señor trajeado de blanco avanzó aplaudiendo pausadamente, le puso una mano en el hombro y le dijo “lucha para mí, yo te puedo echar una mano chico”. El pequeño asintió con fuerza, arrojó el dinero lejos y siguió a la repentina esperanza que acaba de aparecer.

Y allí estaba; le aplaudían, le llamaban, el mejor, el invencible…. El se limitaba a caminar hacia el ring, mirando la foto que sostenía en su cuello de su pequeña hermana, la razón por la que luchaba y se decía a si mismo “Debes ser el héroe”

Mientras tanto un mensaje llegaba a su móvil en los vestuarios: “La operación ha sido un éxito”

1 comentario:

  1. me gusta bastante, has dado un vuelco respecto a tus otras historias, tengo intriga y me gusta el estilo con la que lo has escrito :O

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