Las brisas del conflicto


Levante mi mirada y me di cuenta que la sala entera estaba dividida en palcos con nombres específicos de las fuerzas que se debían sentar ahí; rabia, ansiedad, tristeza, ilusión, extasis, ironía... Tomaría mucho tiempo describir a cada uno de ellos, pero se podía observar que detrás del corazón se encontraban todos esos sentimientos cálidos que le aportaban un gran significado positivo a la vida, y a espaldas de la razón aquellos que siempre causan una gran tristeza pero en el fondo lo hacen por el bien de uno mismo.

Se abrió una gran puerta en frente de todos y ascendió una persona vestida de una ropa traslucida y casi etérea, se presentó así misma alegando que era una mera observadora. Para mi sorpresa todos se levantaron incluyendo los dos oponentes que acaban de tomar asiento y la reverenciaron como a un ser superior al que debían obedecer: el alma. Se sentaron todos y para mi mayor sorpresa el corazón empezó a hablar:

“¡¿Todos sabemos lo que es adecuado para el chaval no es así?! Pues que quede claro, yo te ofrezco lo que ese cabeza cuadrada nunca podrá, ratos divertidos, alegres, momentos que recordaras durante toda tu vida, y de los que nunca te arrepentirás, créeme tu y yo nos llevaremos muy bien, y nada en la tierra podrá hacerte más feliz de lo que yo te hare, recuerda hay que vivir el momento, podrías morir mañana”

Me guiño un ojo, y se sentó, los sentimientos a su espalda proclamaron en vítores que estaban de acuerdo con él. Quede dudando y mi mano se alzó para dar la victoria al corazón, que ya sonreía con una ilusión esperanzada. Mire a la razón, no se había movido ni un ápice de su lugar, pero tenía una sonrisa pícara en su cara. Ya estaba a punto de proclamar la victoria, cuando un sentimiento del graderío interrumpió, la depresión:

“Los presentes aquí, estarán de acuerdo, con que nunca eres capaz de ver mas allá de los segundos que corren en este momento ¿Pero cuantas veces por tu culpa he llegado yo a la vida de tanta gente, porque tú has sido el causante de que aparezca?”

La razón la mando a callar, y el corazón la miro con miedo, sabía que era verdad lo que decía, su sonrisa se esfumo y yo baje mi mano cuando la dama con un aire de victoria, y como si hubiera conocido cada movimiento que iba a hacerse, habló:

“Dime corazón ¿Cuánto tiempo duraras en la vida de este humano? ¿Serás capaz de no nublarle la vista esta vez? Todos sabemos que no será así, llamarás al amor, al que quiero recordar que tu dejaste ciego, y sabemos que la persona que lo guía es la locura, además ni tu mismo sabes que eres capaz hacer ¿Carpe diem? ¿Tempus fugit? Guárdate tus latinismos, porque a mi no me engañas, chaval presta atención y mira a mi espalda para que veas lo que podría ocurrirte, no diré nada más”

Se sentó con un aire triunfal, cerró sus ojos y volvió a entrelazar los dedos para notar lo que pasaba a su alrededor. Yo por mi parte levante mi cabeza para mirar detrás suya, y fue entonces cuando palidecí y mis manos temblaron de miedo…..

Continuara......

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