Mis pensamientos se desordenan una vez mas al verte pasar y pienso que aun no te amo, pero
siento como los días empiezan a ir cada vez más rápidos convirtiéndose en
semanas y meses a tu lado mientras las manecillas del reloj no se ponen de
acuerdo en cuando parar. No es porque los recuerdos contigo se esten acumulando
en las estanterías de mi mente que tú has vaciado, pero de sopetón has pasado
a ser una prioridad y ya no quiero almacenar nada en mi cabeza que no seas tú.

Ya no puedo entrar en una
sala llena de gente porque mis ojos culpables no consiguen ver a las personas, únicamente
te ven a ti, no buscan otra cosa que no sea un rastro de tu mirada cómplice. Y
es que hay mucha confianza, demasiada…
Ya no hay manera de volver atrás y en el fondo no quiero admitirlo, porque si lo hago sé que me quedare solo, y tú ya sabes demasiado bien que ese
sentimiento y yo no vamos por el buen camino.
Aun no te amo, sin embargo,
ya has sacudido todos los cimientos de mí alma, has hecho vibrar cada fibra de
mi ser en un solo abrazo y consigues que mi corazón abra sus puertas de par en
par con una sinceridad que me asusta. Me aterroriza porque esto nunca antes
había pasado, nunca estuvo planeado de esta manera y no estaba preparado para
afrontar un pistoletazo de este calibre.
No es que te haya jurado
un amor diario, pero empiezas a romper mi rutina colándote en ella
disimuladamente con tus sonrisas o tu cara de ofendida, mis esquemas se caen al
suelo junto con mi orgullo poco masculino y la poca seriedad que puedo reunir delante
de ti, y ahí siguen esperando que alguien los recoja. Y es que me es imposible no imaginar lo bien que queda tu risa con mi carcajada, que ya de por si es suficiente escandalosa.
Lo peor de todo es cuando
te vas, porque siempre se queda ahí ese silencio entrometido que me obliga a
pensar que nada volverá a ser igual, dicen que los vacíos están para ser llenados,
pero temo que el tuyo se convierta en uno demasiado grande. Eres un
rompecabezas diseñado para exasperarme a la misma vez que me haces sonreír y me
conviertes por el camino en un estúpido que se desvive por tu felicidad, porque
no estoy enamorado. pero llegados a este punto de lo único que estoy seguro, es
que me he vuelto bobo.
+ ¿Se puede saber que estás
pensando ahora? – Dice ella como si se hiciera la loca, en lo que por cierto,
es profesional.
- Nada, cosas de tontos –
Digo yo, aunque sé que le acabare contando todo una vez mas.